jueves, 27 de octubre de 2016

Hasta que punto sabemos usar las nuevas tecnologías?

Con los grandes avances de las tecnologías y la aparición de aplicaciones que permiten comunicarnos con facilidad podríamos decir que nos hemos vuelto unos expertos. Las generaciones de hoy en día están habituados a usar todas estas herramientas, pero la verdad es que nos engañamos pensando que solo por el hecho de usar todas estas aplicaciones implica que las usamos correctamente.

Desde mi punto de vista no sabemos usar las TIC (tecnologías de la información y comunicación) como herramienta profesional, ni siquiera las usamos bien para el ocio. Seguro que muchos pensáis que estoy equivocado, pero hay claros ejemplos de como podemos llegar a ser de ignorantes frente a las posibilidades que ofrece estas herramientas.

Empezando en el ámbito de ocio, realizamos un uso superficial y abusivo de las redes sociales. Hemos visto en una infinidad de veces como la gente cuelga fotos de viajes o vacaciones, enseña fotos de ellos con amigos o arreglados cuando en la realidad su estilo de vida y apariencia no con concuerdan con la realidad. Es lo que hoy en día conocemos como postureo. Y no solo mostramos lo que no somos, sino que hay gente que se aprovecha de esto para meterse con la gente por el simple hecho de ser diferentes (bullying), mostrando la cobardía de la gente por no ser capaz de decir las cosas a la cara.
                                               David Martín. Típica foto de postureo. CC.

En un segundo ámbito en el que claramente no tenemos ningún dominio es el uso de las TIC en un ambiente más profesional. Un claro medio de comunicación que se usa como herramienta profesional y que incluso se ha vuelto imprescindible es el twitter. Un ejemplo de éste de manera profesional es el caso de los políticos. Los políticos usan mucho el twitter para expresarse y dar noticias, pero aún así no lo usan de manera adecuada. ¿Cuantas veces hemos visto que un militante de un partido retira un tweet por el contenido? A pesar de su utilización muchas veces sus usuarios se ven obligados a eliminar algo que habían publicado por ofender o publicar un contenido políticamente poco correcto. Esto último podría relacionarse con el mal uso que hacemos también en el ocio.

Por último tampoco sabemos usarlos a la hora de desarrollar un proyecto empresarial. Esto es un problema muy grave ya que, a través de todos estos recursos informativos y comunicativos, podemos llegar a clientes potenciales de otros países que pueden interesarse por nosotros. Es un medio importante en un mundo globalizado. Cuando hablo de esto no solo sirve para la creación de una empresa o producto, sirve para cualquier iniciativa que tengamos ya sea lucrativa o con una finalidad mas humanitaria o social.
                                                 Anónimo. Globalización tecnológica. CC

Seguro que ahora más de uno estará de acuerdo conmigo cuando digo que realmente no usamos de manera eficaz las TIC. De esta manera queda claro que nos falta mucho para aprender y un largo camino de aprendizaje, no solo por parte de los jóvenes, también por parte de los educadores (profesores y padres) para incorporar un correcto uso de estas herramientas en la escuela y en casa.

                                              New Life. Video parodia del postureo. CC.






























































viernes, 14 de octubre de 2016

¿Por qué somos tan impacientes? Influencia de las redes sociales en nuestra conducta.

Las tecnologías, aquello que adoramos tanto y con lo que nos gusta gastar nuestro tiempo, en especial las tecnologías de la información y comunicación como el uso del Facebook, WhatsApp, twitter... Realmente no nos paramos a pensar cómo nos afecta el uso de las redes sociales o internet. Seguro que más de uno pensará que tiene que ver esto con nuestro carácter.

                                           Anónimo. Redes sociales y plataformas beta. CC


Es verdad que cada persona tiene una personalidad diferente, pero hay aspectos de nuestra forma de ser que coincide en casi todos: la falta de paciencia. Aparentemente parece que estas dos ideas, el uso de recursos como internet i la impaciencia, no tienen nada que ver, pero esto es porque no hemos reflexionado sobre el tema.

Nos hemos habituado a una vida cómoda en la que ya no es necesario ir a un edificio público repleto de libros llamado biblioteca. Es más rápido usar internet. Pues esto se ha trasladado en todos los aspectos cotidianos de nuestra vida. Todo aquello que requiere tiempo y no es rápido de hacer nos causa molestia. Por si no me entendéis a lo que me refiero voy a poner un ejemplo que me pasó. Tenía un smartphone con WhatsApp como cualquier persona hoy en día, pero éste paso por la lavadora y mientras tuve que usar un móvil de estos simples que no tienen ni internet. Ese mismo fin de semana mis amigos quedaron para ir al cine y ninguno de ellos se molestó en llamarme ni escribirme un mensaje porque el simple hecho de tener que llamar en vez de usar el WhatsApp ya implicaba un esfuerzo extra.

Estas prisas y falta de paciencia nos han causado una gran brecha dentro de la sociedad, vivimos en un mundo donde impera el fácil acceso a información que nos hace arrogantes solo por creernos unos expertos de un tema por haber leído unas dos líneas de algún artículo ya que investigar sobre cualquier cosa requiere un tiempo que consideramos como perdido.

Cuando he nombrado las palabras brecha social ha podido sonar exagerado y de hecho no estáis equivocados, pero desde mi perspectiva esta falta de paciencia e immediatez en obtener aquello que queremos hace que solo nos centremos en nosotros mismos, convirtiendonos en unos seres egoistas incapaces de empatizar.

El motivo por el cual pongo en el centro de mi argumento el uso de las tecnologias de la información y comunicación  en una sociedad incapaz de comprometerse con las personas  es porque las redes sociales ayudan a expandir este estilo de vida de velocidad y placer instantáneo. Todas estas distracciones de poner fotos de nuestro mejor yo hace que enseñemos una vida completamente opuesta a la que tenemos, como colgar selfies sonriendo y saliendo de fiesta o viajes cuando en realidad no estamos tan bien como hacemos creer.

Se podría decir que vivimos en una sociedad impaciente que para conseguir lo que quiere no quiere esforzarse ni gastar tiempo, incluyendo las relaciones personales que requieren de tiempo y esfuerzo para conocerse y, por lo tanto, compromiso.

Todo esto me genera algunas cuestiones e interrogantes: ¿Cómo usar correctamente las redes sociales y otro tipo de plataformas para no distanciarnos de nosotros? ¿Cómo volver a traer el compromiso en una sociedad cambiante?...

Si tenéis algo que comentar, compartir o dudas podéis escribir en los comentarios más abajo.